Adelantarse para poder avanzar. Tener la cualidad de estar delante, tener presencia.
Desde Pangea Cultura nos interesa aportar nuestra labor para con aquellos lugares cuyo
compromiso por la innovación sea constante, sostenido y cuidado en todo su contenido.
Estamos encantados de presentar y comenzar nuestro proyecto como plataforma cultural junto al espacio creativo A2 Garage, espacio en el cual proponemos un proyecto que se distinga por
conformar un medio en torno en el que cohabite el arte y la cotidianeidad profesional de un estudio de abogados. Este es el punto de partida. Un formato único, siendo el primer estudio legal que actúe a su vez como un espacio creativo integral.
El marco de A2 Garage se encuentra situado en medio del emblemático barrio de Salamanca y junto a ellos desde Pangea queremos abrir la temporada expositiva con la misma intensidad que se percibe el ambiente en ese mismo barrio. Surgir en el ámbito creativo enfocando nuestra labor en dar a conocer proyectos específicos de distintas tipologías que permitan nuevas miras desde el prisma de la crítica, ese será nuestro trabajo.
Presencia y estudio parte de la concepción originariamente etimológica latina de presentia que nos habla de aquello que tiene la cualidad de estar delante. Estudio también del latín studium que no quiere decir otra cosa que esmero, celo o cuidado. La conjugación de ambos términos nos invita a asomarnos a un planteamiento expositivo que sin duda supondrá un paso adelante desde una metodología ímprobamente estudiada.
El aire, el respeto, las fuerzas cromáticas, el contraste, las texturas y aquello que puede 'hasta
imaginarse' nos introducirán en un laberinto creativo repartido en escenas, en lugares de encuentro y de traslado, en transiciones abiertas que encerrarán personalidades concretas reposando en cada lugar. Nidos de contenido cargados de momentos, recuerdos, estados y marcas de lo particular. Adentrarse con cuidado. Avanzar siempre hacia delante. Estudiar y presenciar.
La sutileza, la determinación, la claridad estética y la experimentación manifiesta en el trabajo de Julio Adán nos permitirá saborear la paciencia de la necesidad vital de lo que algunos llaman vivir y otros tal vez crear. El tiempo será un lugar aparte cuando nos enfrentemos a su trabajo. El concebir la obra cuando la obra se concibe, el comprender que tal vez sea necesario encontrar. Tomarnos el tiempo apropiado para recuperar lo sencillo. Saborear la armonía.
La frescura, la fuerza y la impronta cromático-visual del trabajo de Benito Lozano que parece
doblegar la llama del tiempo dejando sin aliento a la post-modernidad. Su trabajo parece
anunciarnos aquel superhombre nietzscheano que aún está por llegar pero que desde el esfuerzo creativo ya nos advierte de su rotundidad. Y la pintura será el medium para avisarnos. La búsqueda por la innovación sostenida desde los medios clásicos. Tocar lo inalcanzable.
La explosión vital del trabajo de Sebastián Beyró cuya polivalencia nos sorprende con cada una de sus propuestas jugando con los matices viso-espaciales por medio del color, así como empleando los contrastes mas inesperados por medio de los materiales y técnicas más avanzados. Su trabajo pasa por ensamblar los métodos y técnicas más tradicionales frente a los más modernos. Poco se puede expresar con palabras siendo precisos respeto a una labor creativa que habla por sí misma cuando descansa en el lugar. Olisquear, rastrear lo mágico. La poesía, la tradición y el paisaje costumbrista, romántico de López Moral que nos sumerge en
texturas oníricas cargadas de contenido llevándonos hacia lugares que se presentan en nuestro
imaginario. Su trabajo conocido por su incesante experimentación con el soporte Iphone nos
muestra como pueden convivir desde el respeto y el equilibrio estético la tradición de la imagen pictórica más arraigada con las aplicaciones tecnológicas de última generación. Escuchar el fluir del paisaje.
La templanza, el dinamismo, la expresividad y las reminiscencias orfistas de David Heras que nos presenta un trabajo desde la mancha, el trazo compacto, la fusión narrativa mediante primitivismos simbólicos e incluso en ocasiones tipografías que despiertan sensaciones brut o microorganísticas, la suerte de la liberación de la pintura que nos propone paisajes de color, concéntricos, focalizados.
Un trabajo que nos invita a profundizar en el trabajo de la perspectiva mediante el color. Observar el movimiento, la acción.
Sentimientos y expresiones creativas encontrados, aunados bajo una misma estructura que permitirá brotar desde la metáfora del entendimiento, sentidos, emociones y pasos determinados a golpe de ritmo.
Un juego de partituras que permitirán al visitante sorprenderse pero siempre querer más.

Enrique Yáñez